Simone de Beauvoir (1908-1986) fue una de las figuras más reconocidas de la lucha por la igualdad de la mujer en el siglo XX. Por otra parte es muy conocida por haber sido la compañera sentimental de Jean-Paul Sartre quien fue su pasaporte a los círculos intelectuales parisinos. Simone de Beauvoir fue polémica en las formas.

Simone de Beauvoir - Morfopsicologia

Su obra más polémica fue El segundo sexo (1949) le valió su puesto en la historia. De esa obra sale esa famosa frase: “No se nace mujer, se llega a serlo”.

Reivindicaba para la mujer un modelo social y familiar alternativo, y ponía en evidencia que la independencia económica de la mujer es la principal forma para desvincularse del hombre.

Se dice de ella que tenía un carácter nebuloso imposible de descifrar.

Entonces vamos a ver como la morfopsicología nos ayuda a entender mejor las fuerzas interiores que animaban a esta mujer que ha dejado su huella en la historia de la filosofía del siglo 20.

Un ser social anti social

La retracción de su cara nos indica que manejaba sus energías de un modo introvertido, teniendo en cuenta su mundo interno y sus necesidades concretas. Invertía más tiempo en soledad que en compañía de otros, imaginando realidades alternativas.  Entenderse a sí misma y cuál es su lugar en el mundo era importante. También nos indica una sensibilidad de fondo; privilegiaba más los criterios cualitativos que cuantitativos. Por ejemplo su espacio de predilección eran  lugares sobrios y escuetos, y minimalista.

Simone de Beauvoir - Morfopsicologia

Era un ser social anti social con un conflicto entre ser social y aislarse,  aproximación-evitación. Se mantenía en guardia para no ser invadida por otros. La estrategia subyacente era: Si aprendo a vivir con menos, puedo evitar la influencia ajena.

Unos criterios de funcionamiento muy propios

Sus receptores sensoriales nos indican que era una persona observadora, desapegada, analítica, independiente, autosuficiente. 

Simone de Beauvoir - Morfopsicologia

No aceptaba opiniones ni doctrinas recibidas. Examinaba por sí misma la verdad de todas las suposiciones. Controla la calidad y cantidad de sus interacciones para proteger su privacidad. Escucha a mucha gente, pero hablaba solo con algunos.

Una actitud pasional sin perder la compostura

Con poca presión reaccionaba de forma rápida. Defendía sus ideas con ardor.  Cuando recibía críticas, podría afectarle pero tendía a racionalizarla. Podía tomar consciencia fácilmente que era su ego herido y que la visión del otro solo era una visión más en el mundo.

Podía sentir por dentro cualquier agresión exterior pero tendía a mantener una máscara impasible y usar palabras formales automáticas como un escudo contra el mundo de afuera.

Tenía una capacidad de adaptación muy variable, se entregaba o se oponía.

Podía tantear de modo continuo a sus interlocutores para ver si pertenecías o no a su entorno. Era de trato cordial pero podía incomodar su inteligencia o lo perspicaz que solía ser.

Una mujer luchadora

La tonicidad general de su cara era muy alta. Indica que era una persona activa, resistente a las influencias, con capacidad de duración en el esfuerzo. Le potenciaba el valor, la capacidad de trabajo y espíritu de lucha, su capacidad de concretar ideas en acciones y la claridad de sus ideas y la precisión de su expresión. Sus ojos con un toque de atonía que le daba esa capacidad de escucha y de observación del mundo que le rodeaba.

Simone de Beauvoir - Morfopsicologia

Una intuición muy activa combinada con unos sentimientos introvertidos

Tenía un funcionamiento intelectual que daba un gran protagonismo a la intuición. Esa gran intuición le ayudó mucho en su inclinación filosófica y acentuaba su capacidad para percibir patrones.

Esta intuición extravertida combinaba con sentimientos introvertidos y le daba una habilidad poco común para el desarrollo del carácter y la fluidez con el idioma, base muy sólida para el desarrollo de la facilidad literaria.

Su motor: tener ideas

Su motor era el intelecto, disfrutaba mucho vivir en su mente con objetivos visionarios y abstractos. 

Simone de Beauvoir - Morfopsicologia

Su identidad se construía alrededor de “tener ideas” y ser alguien que tiene algo inusual y perspicaz que decir. Por esta razón, no estaba interesada en explorar lo que ya era familiar y bien establecido.

Para ella lograr el conocimiento absoluto de un tema le permitía relacionarse con el mundo. Aspiraba a ser sabia, buscando el ideal absoluto con la certeza que de que el conocimiento es poder.

Se relacionaba más con las ideas que con las personas. Su relación con los demás se realizada a través del conocimiento, como aprendices y discípulos, maestros e instructores. 

Usó su talento para aumentar conocimiento y para que contase para algo más allá de ella. 

Era idealista y quiso contribuir valientemente al bienestar social, formando parte de la solución, llegando a actuar con una cierta superioridad intelectual. Quería dar a conocer lo mucho que sabía y dar la impresión que había adquirido el conocimiento supremo. 

Tenía una gran capacidad de observación de la realidad, una gran capacidad visionaria y capacidad de síntesis. La convirtió en una gran observadora de la condición humana y en una gran escritora

Ese mundo de las ideas en el que vivía potenciado por la capacidad de concentración, un cierto aislamiento y la imparcialidad resultante de observar el mundo desde afuera.

Su cara expresaba mucha feminidad. Tenía un talento para la autoexpresión y exteriorizan su belleza y sus secretos a través de metáforas y personajes de ficción

Mantenía un equilibrio entre actuar e interaccionar con el mundo y retirarse de él. Este estilo se asocia con frecuencia con la sabiduría y, a veces, al genio intelectual. Lo que llegó a alcanzar.