Análisis de rostros

Adrien Brody es el ganador más joven (con 29 años) de la historia de los Oscar por hacer llorar al público con el pianista. Se resistió a operarse la nariz y sacó mucho partido a su rostro singular, demostrando no sólo un gran talento para construir personajes complejos en el cine, sino también para ejercer de modelo para grandes y poderosas marcas.

Su cara alargada y la finura de sus receptores sensoriales nos indican que su carácter está impregnado de sensibilidad. Su pasión es tener experiencias únicas, intensas y excepcionales. Desprende una esencia melancólica y dulce.

Se centra mucho en su mundo interior (rostro estrecho). Es un ser sensible, intuitivo, que trata de marcar su diferencia con los demás y busca la profundidad y la autenticidad, lo que le motiva a sumergirse tan profundamente en sus personajes y aparentar que no está actuando.

Para sentirse bien, necesita estar en el entorno optimo según sus criterios. Para el lo cualitativo es más importante que lo cuantitativo. Valora mucho la belleza y tiende a buscar cualquier mecanismo para cuidar la imagen estética que muestra ante los demás.

Sus pómulos dilatados y altos nos dicen que le resulta importante vivir en la demostración, mostrarse a los demás para sentirse reconocido. Da mucha importancia a las relaciones. El miedo al rechazo es un motor importante de su comportamiento. 

Su nariz, algo proyectada, seca y larga le inclina a la seducción, a convencer a los demás. Capta fácilmente los estados emocionales ajenos.

Es puntilloso y exigente consigo mismo y con los demás.

Hay un contraste entre su capacidad de escucha y su imperiosa selectividad. Su mentón muy ancho nos indica un poder alto para poner en marcha sus proyectos y la profundidad de la mandíbula le proporciona muy buenas reservas para mantener un esfuerzo en el tiempo. No le da miedo enfrentarse a los obstáculos.

Qué es la Morfopsicología

La morfopsicología es una herramienta de diagnóstico muy precisa de la personalidad a través del estudio de los rasgos del rostro. La creó en 1937 el psiquiatra francés Louis Corman.

Tiene muchos campos de aplicación, entre ellos el crecimiento personal, la comunicación con los demás, la terapia, las ventas y los recursos humanos.